05/07/08

TREINTAYSIETE


05/07/08
La proyección es hoy a las 8:00 PM. Llegamos en la tarde, apenas con tiempo para poner una lona y pintar nuevamente de blanco la pared. Los vecinos se asoman, curiosos, pero hace un tiempo de perros. No sólo uno, sino dos nortes asolan la ciudad. Todo está empapado, encharcado, frío y húmedo.
A la hora indicada salimos con todo el equipo en mano. Una vecina me deja robarme la luz de su casa. Llueve, pero aún así se llegan a juntar más de veinte personas bajo la lona.
Los detalles chuscos no se hacen esperar, a menos de un minuto de haber empezado el video se ven en pantalla dos perros que salen corriendo y cruzan la calle. La proyección es un picture in picture1; total, los perros se ven al tamaño real, se mueven como siempre lo hacen, y mi perrito Taco sale de entre el público corriendo para olfatearlos... ¡Jajajaaa!, la carcajada no se hace esperar. Desorientado, da la vuelta para refugiarse nuevamente entre faldas cuando se descubre a sí mismo; es un actorazo, chaplinesco, se huele y espanta de su falta de olor. Todos nos estamos carcajeando.
Ahora es la proyección, el espectáculo, lo que se desintegra para fundirse nuevamente con la realidad. Nos interesan más las reacciones del perro que el video, las caras conocidas que vemos en el lugar. La gente está feliz, buscándose en el representación, encontrando a amigos y familiares que se cruzan delante de la cámara. Comentan los momentos del mural que recuerdan haber visto en un presente ya pasado. Nos saludamos, platicamos, servimos agua de jamaica, rondamos ofreciendo frituras y agradeciendo que hayan salido entre tanta agua.
A la segunda vuelta del video la gente aplaude. Lo pasamos varias veces, pues unos llegan y otros se van. Hay quienes logran ver toda la función mientras esperan el camión. Algunos permanecen hasta la última proyección.
El mensaje que casi todos ven es ecológico. Asombra a varios el cambio de temporalidad, sobre todo la magia de Mario y Olivia. Me sorprende descubrir que el gran favorito de todos los momentos es el mural de basura que tantos conflictos me causó; otro gran favorito fue el primero, en amarillo, que debo admitir fue el más planeado como mural.
Conforme se acercaba el fin del proyecto, cada vez más el centro del asunto fue el video y menos el mural; y bueno, así pasa. Por hoy, parece que he logrado cerrar un capítulo, en lo que espero será una larga historia de juego con la pared y los vecinos.

1. Imagen dentro de la imagen

01/07/08

TREINTAYSEIS


01/07/08

Salí a repartir volantes que anuncian la proyección del video y otros que dicen “SE BUSCAN RETADORES PARA LA PARED”. Karla me mandó un mensaje justo antes de salir; la veo en la calle. Me presenta a Sose, uno de los tagueros interesados en la pared. No es muy elocuente. Igual le doy un volante de los retadores. ¿Llegarán?

24/06/08

TREINTAYCINCO


24/06/08
Vaya que llamó la atención. Increíble pero cierto, la pared no duró semiblanca ni un día. La intervención fue demasiado sutil para el púbico de los alrededores, quien decidió tomar acción. Toda la pared está rayada, de cabo a rabo, con negro, gris, rojo. No lo hicieron los tagueros habituales, los rayones revelan una total inexperiencia... “Coyota´s crew”.
En fin, estoy muy cansada de este estira y afloja en el que yo misma me metí, pero sólo falta el movimiento final antes de tomar aire y descansar, viendo qué sucede con todo lo que hice, hicimos, haremos.

23/06/08

TREINTAYCUATRO

23/06/07
Otro día, de mañana; sólo tenemos tiempo de pegar un cartel veloz que anuncia la próxima proyección del video. Ponemos unas tiras amarillas, de esas que advierten “PRECAUCIÓN”, como las que utiliza Protección Civil, esperando que llame más la atención.

22/06/08

TREINTAYTRES






22/06/08
Le he dicho a Zoë que estoy buscando el final de esta etapa. Ella representa el inicio de dicho final, pues es el primer trabajo propiamente colaborativo que hago en este proyecto. Durante todo el trabajo en la pared he buscado colaboraciones, pero no he logrado más que dirigir a otras personas. Cuando la intervención de Zoë esté terminada, quiero hacer una proyección del registro de un año de trabajos en el muro, para mostrar la otra temporalidad a mis vecinos, donde todo transcurre en un flujo incesante. La única limitante es que el color principal, al terminar, sea blanco.
Zoë tiene la idea de hacer que el presente mural se arrugue como la cortina de un cine que se abre del centro hacia los lados, revelando una pantalla blanca; sobre esta pantalla quiere poner olas que ha impreso previamente en su papel japonés, como si fuese un mar tranquilo, de leche. Después de las olas, propone una cuenta regresiva como las que se utilizan en cine para sincronizar el audio. A ella le interesa mucho la parte de la imagen en movimiento, quizá porque nunca antes lo ha hecho; a mí me encanta la idea, pues me parece que pone de relieve todo el sentido doble de la pieza, en cuanto al espacio y al tiempo.
Trabajar con Zoë resulta estimulante en todos los sentidos. Conoce muchos otros artistas que hacen trabajo que se relaciona con el mío, y del cual yo no tenía idea. Su entusiasmo por las soluciones técnicas y prácticas que he desarrollado para mi proyecto me da nuevo ánimo; aún más, para mí es muy emocionante ver otro modo de hacer las cosas, y entre las dos solucionamos los problemas técnicos que supone llevar a cabo la idea que ella tiene. El resultado es un trabajo que fluye con mucha sencillez, visualmente efectivo; aunque para mí, lo obtenido a nivel de proceso y convivencia es un gran logro.
Zoë es un magneto para los curiosos, tenemos a todos los niños alrededor preguntándonos cómo se dice esto y aquello en inglés. Uno de los ancianos que forman parte del grupo de los comuneros, se acerca a ella para contarle de las rencillas por el agua y las tierras que en cierta forma representan el génesis de este proyecto. Ésta parece ser una comunidad que recibe a lo que considera su igual, o verdaderamente distinto... ¿Cómo es que con Olivia y Mario nadie vino a charlar?

21/06/08

TREINTAYDOS







21/06/08
Me estoy poniendo de acuerdo con una artista llamada Zoë McCloskey, nacida en Pennsylvania y que radica la mayor parte del tiempo en Nueva York. Dedica mucho tiempo a hacer intervenciones en calles de distintas ciudades, y también realiza trabajo al interior de casas, museos y galerías. Su técnica consiste principalmente en combinar una serie de elementos impresos en xilografía sobre papel japonés, que adhiere directamente al muro, intercalando ocasionalmente capas de papel de color y yuxtaponiendo sus propias imágenes. Es meticulosa, todos los ingredientes que utiliza tienen calidad de archivo y son libres de ácidos. Su blog es muy interesante, además que contiene referencias al trabajo de muchos otros artistas involucrados en activismo callejero.
Nos puso en contacto Nicole, una amiga mutua que vio una conexión entre las dos. Desde un principio, Zoë vio mi video en el blog y se interesó profundamente por el trabajo. Llevamos algunos meses poniéndonos de acuerdo, y me ha parecido tan larga la espera que he dudado en que llegue a suceder un encuentro. Pero todo plazo se cumple.
Cuando llegó a México nos vimos unos cuantos días para platicar, pero Zoë continuó su viaje por unos días más. Antes de volver recibí un correo donde me explicaba más o menos en qué quería que consistiera su intervención. Es curioso, mientras yo quiero que ella irrumpa y marque su estilo rompiendo con lo hecho hasta el momento, a ella le interesa continuar con la narrativa que hasta ahora lleva la pared. Sólo desea hacer una intervención muy sutil, casi imperceptible. Así sea.

15/06/08

TREINTAYUNO

15/06/08
Hoy Karla me presentó a Miguel Ángel, uno de sus amigos que hacen grafos. Nos habíamos dado cita para ver los dibujos, pero no llegaron; parecen poco interesados en que vea sus dibujos. Tupac, Sose, son algunos de los que me ha presentado. Me he estado fijando y ellos tienen muchos tags, pero del tipo que en jerga grafitera se llaman “spit ups”; es decir, nombres delineados en un color y rellenos en otro, para tener impacto y velocidad a la vez.
A mí me gustaría entablar con este grupo un diálogo en un lenguaje más visual, no restringido a lo textual, menos aún a nombres. Sigo a la espera.

01/06/08

TREINTA




01/06/08
Cada vez cobra más importancia la animación. El mural en la pared pasa inadvertidamente a un segundo plano. Busco salir a las últimas horas de la tarde, para que las plantas no proyecten sombras sobre el muro. La idea es que después de escurrir el líquido muerto, y habiéndose alejado la Muerte Catrina, renazca la vida.
Una vez más, la idea del diluvio o de la exterminación por llamas, seguida de la muerte absoluta, desemboca en la resurrección. De la muerte de todo se crean depósitos de petróleo, cuevas con restos humanos, surgen raíces del negro que sigue escurriendo hacia abajo. Luego crecen plantas, pastos, hojitas y ratas que trepan por un lado.
Del centro del muro surge ascendentemente la imagen Cipactli (el caimán) como Árbol de la Vida. Según la Historia de los mexicanos por sus pinturas, de Fray Andrés de los Olmos, Tonacatecuhtli y Tonacacíhuatl engendraron cuatro hijos, los cuales pasados 600 años de su nacimiento acordaron encomendar a Quetzalcóatl y a Huitzilopochtli a que “ordenasen lo que habían de hacer, y la ley que habían de tener”. Los comisionados crearon el fuego y, a medio sol, a un hombre y una mujer a los que dieron el maíz; hicieron también los días, meses y años, el inframundo con su pareja divina, “[...] y luego criaron los cielos, allende del treceno, y hicieron el agua, y en ella criaron a un peje grande que se dice cipoa quactli (Cipactli), que es como caimán, y deste peje hicieron la tierra [...]”.
Estando sumida en la elaboración pictórica de estos pensamientos, se acerca a mí Karla, una vecina amiga de varios grafiteros de la zona. Se presenta en calidad de emisaria para proponerme un proyecto que tienen sus amigos, los “grafos” de varios puntos de San Bartolo. Su propuesta es tomar el otro lado del muro, dando vuelta a la esquina. A mí me parece bien, pero en realidad quisiera entablar un diálogo con ellos. Un diálogo visual, no necesariamente una charla.

16/05/08

VEINTINUEVE









16/05/08
Convencer a Olivia ha sido más complicado; es justo la persona con el perfil para el papel que necesito ahora. A ella no le interesa actuar, la posibilidad de hacer magia no llama su atención; sin embargo, está muy comprometida con su papel y sigue las instrucciones al pie de la letra.
Olivia corta el pasto deslizándose por el suelo, como patinando; luego lo barre hacia un extremo del cuadro con su varita mágica, para después buscar con la mano un punto sensible en la pared. Le clava su varita mientras da largos pasos, haciendo en ella un corte horizontal. La herida en la pared sangra un líquido negro que escurre lentamente. Olivia abandona el cuadro después de un instante de reflexión, acompañada por el Taco. El negro continúa escurriendo todavía un poco más.
Para la cultura mexica, como para muchas otras, el negro es el color de la muerte. Este color representa asimismo el séptimo cielo, en el que se suceden el día y la noche.
Olivia tiene parámetros culturales que le indican que está en un barrio bravo; le chiflan desde taxis y peseros, la observan los vecinos (como siempre hacen) desde distintos puntos de la cuadra. Tengo que ir al estudio a buscar algo y la dejo a solas por un rato. Cuando vuelvo, tiene la cámara junto a ella, cerca de la pared. Me doy cuenta de que tal vez, por primera vez, la gente del barrio percibe la cámara como algo valioso; siempre me he cuidado de aparentar indiferencia por ésta, nunca al grado de dejarla sola pero tampoco corro a su lado cuando la gente va a abordar el camión.
Ya que hago nota de la cámara, me percato también de que ha sido de gran ayuda en el asunto de lidiar con policías y judiciales. La cámara, eterno testigo de lo que ocurre en la pared, quizá me ha librado de más males de lo que aparenta.
Después de la interrupción Olivia está más suelta y terminamos la sesión con una coincidencia afortunada: Taco, mi perro actor y amante fiel de Olivia, como todas mis mascotas, se mueve al ritmo y compás de ella en una serie de fotografías, que si se hubieran planeado difícilmente habrían salido tan bien.
Los vecinos tampoco se acercan mientras trabajo con Olivia. Yo hubiera esperado lo contrario, siendo ella un chica muy atractiva... tal vez demasiado.

30/04/08

VEINTIOCHO






30/04/08
Ahora la acción es lo que más cuenta. Involucrar a otras personas; no necesariamente que otros aporten contenidos, ideas e incluso imágenes.
A Mario le gusta la idea de hacer magia, y como tengo un uniforme del GDF que me regaló el señor de la basura, está feliz de actuar con todo y uniforme. Le ofrezco súper poderes, claro que la gente que pasa no los puede ver; perciben más bien a un señor suspendido en posiciones extrañas.
Mario es un excelente actor, como se dedica al cine comprende muy bien el tema de los pasos intermedios y las marcas en su sitio. Conforme avanzamos lo dirijo un poco, sobre todo en lo referente a la relación entre sus acciones y lo que sucede con la pintura o las plantas, pero por lo demás improvisa; es muy creativo en su papel. Nos divertimos mucho mientras él poda los verdes alrededor de la pared, la llena de llamas y fuegos artificiales y mezcla los colores.
Mario conserva muy bien su marca; entre foto y foto se desprende de ellas para ayudarme a pintar. Decide ser mago y actor en la pintura. Hasta este momento me percato de cómo he estado utilizando a la pintura como actor de escena.
Otra cosa llama mi atención: nadie se acerca mientras trabajo con Mario.

06/12/07

VEINTISIETE





06/12/07
Inauguración Casa Frissac. Aquí hay tres piezas que considero importantes, en el siguiente orden: Primero, una serie de medusas realizadas a partir de botellas de plástico vacías (que una vez contuvieron agua) inundan una de mis habitaciones favoritas de la casa. En segundo lugar, un video de una fábrica de miel; una flor de la que escurre una cascada de miel, una y otra vez, ad infinitum. Y en tercer lugar, un autorretrato como coladera, que retoma la idea del deshecho volviendo a caer directamente en nuestras bocas.
La experiencia en Casa Frissac es el punto medio entre el estudio y la calle. Por una parte, el trabajo debe ser rápido, barato y expresamente preparado para el lugar; la galería sigue abierta mientras yo trabajo, de forma que el público ronda constantemente en el lugar haciendo comentarios y preguntas. Por otro lado, es un espacio cerrado donde puedo controlar factores como la iluminación, y donde hay un número limitado de actores en el juego: las intervenciones de mis anteriores compañeros. El espacio cerrado y vigilado me permite también poner cosas que se pueden considerar como objetos de arte, cosas elaboradas y pequeñas, susceptibles de ser sustraídas del lugar y que por consiguiente necesitan custodia. El contexto también permite hacer referencias a la historia del arte, con la posibilidad de que alguien las comprenda como tales.
En cuanto al público, es completamente distinto al que tengo en mi pueblo. Aunque el rango de personas que visitan Casa Frissac es bastante amplio, comparado con la mayoría de galerías disponibles, sigue siendo gente que de una u otra forma está acostumbrada a los eventos culturales.

08/11/07

VEINTISEIS


08/11/07
Voy a Casa Frissac, a la inauguración del 3er movimiento de una serie de intervenciones que hacen los compañeros de Jokus. A los pocos minutos de haber llegado, me sorprenden diciéndome que es mi turno de intervenir la casa; cuento aproximadamente con un mes para hacerlo, si es que acepto.
Acepto. Esto implica un abandono del proyecto de la pared.
Casa Frissac tiene muchas habitaciones, y en cada una de ellas los artistas han abordado distintas temáticas. Afortunadamente para mí, Jokus ha llenado la casa de peces, dándome así la excusa ideal para abordarla desde el punto de vista del agua, que ha sido un tema recurrente en mi trabajo.

ver video registro jokusdiseñodeinteriores

01/11/07

VEINTICINCO






01/11/07

Un ser querido muy cercano deja de estar entre nosotros; era un vecino. Su deceso ocurre pocos días antes de la llegada del Día de Muertos. Estoy profundamente conmovida por los hechos de los días anteriores, y es necesario comenzar de nuevo a trabajar. Pienso hacer un homenaje a un hombre que siempre dio luz a todo aquel que se le acercó. Es lo más cercano que he conocido a un santo.

Retomando la idea de los disfraces, pinto mi cara de Muerte Catrina; al fin es Día de Muertos y por la calle anda gente vestida de Halloween. No sé si hay una fiesta que nos guste más a los mexicanos. Salimos Camila y yo; ella también está conmovida por la partida de nuestro amigo y me pide formar parte del trabajo en la pared. Trae su antifaz de pajarito. Limpiamos la pared, cortamos el pasto, y Camila lo cubre con pétalos de Xempasúchitl, comenzando así nuestra ofrenda de muertos.
Desde el suelo, empezamos a pintar llamas que poco a poco lamen la superficie del muro en forma ascendente. Las llamas llegan hasta la mitad.
Mi disfraz debe resultar mucho más tétrico de lo que pensé, o quizá es mi presencia. Una vecina más lejana se detiene emocionada en su auto, al ver que retomamos la pared después de tanto tiempo; pero cuando ve mi cara, termina pronto su diálogo y se despide. Tal vez tampoco encontró en mí la reacción de júbilo que esperaba por su chamba recién adquirida en un corporativo de Santa Fe.
A veces, aunque estemos en la calle intentando acercarnos a las demás personas, nuestro corazón se encuentra en lugares de terrible soledad, como la muerte y la desolación. La vida humana no tendría sentido sin otras personas con quién compartirla, pero tampoco sin la comprensión de la muerte y la soledad que ésta encarna.

14/10/07

VEINTICUATRO





20/09/07-14/10/07 (CASTAÑEDA 44)
Mi trabajo en la Castañeda consiste en intervenir una fachada. Yo, que en mi proyecto siempre ando buscando compañeros, aquí tengo una con la cual me parece muy emocionante trabajar; es otra mujer artista, con planteamientos e intereses distintos de los míos.
Marcela y yo hemos convenido utilizar como referente el mural teotihuacano “La Puerta al Paraíso de Tláloc”. En verdad es una pieza hermosa, donde varias personas parecen recrearse en un universo lúdico, además que conviven diversas formas naturales con la humana.
Adaptamos el mural para hacerlo más contemporáneo. En una primera etapa trabajamos creando esténciles a partir de unos dibujos vectoriales míos, lo cual me parece muy interesante pues nunca se me había ocurrido este tratamiento. Una vez listos los diferentes esténciles, procedemos a fondear básicamente toda la pared con motivos de pasto, hojas y flores diversas.
Para mí, los esténciles y la pintura al aerosol tienen suficiente material para continuar pintando la pared durante todo el mes de la exposición, pero aquí he encontrado la primer gran diferencia con mi compañera de trabajo, quien prefiere utilizar todos los recursos sin profundizar en alguno.
Después de exponer en la Castañeda, espero mi parte de los esténciles por algunos días; quiero utilizarlos para la siguiente intervención, intentando siempre conectar los proyectos entre sí y reutilizar todo al máximo.

30/06/07

VEINTITRES




30/06/07
La salida de hoy ha sido solamente para continuar con el tejido. Ha habido mucho sol y polvo; el ánimo ha estado decaído.
Me siento cansada. Resulta curioso descubrir que, pese al público, la opinión más pesada es la del propio artista. Este decaimiento es producto de un sentimiento de falla.
Traigo sobrantes de papel blanco para ayudar a cubrir la superficie salpicada de negro para la siguiente etapa. Voy pegando pedacitos de papel, simulando una barda hecha de roca. La idea es tornar hacia el subsuelo, una versión microscópica de lo mismo que se hizo anteriormente. También se busca hacer referencia a la idea de un tejido que se repara, como queriendo restablecer la correcta tensión de las cosas después del estirón que representó la pared llena de basura.
Sólo quiero borrar lo que considero un error. Me interesa también pensar qué pasará al paso del tiempo, cuando mire todo esto en retrospectiva. Considero que es un buen momento para interrumpir las intervenciones semanales y dejar la pared un tiempo a su propio ritmo.
En la opinión de los budistas, la vida es pendular. Si subes, bajarás; si todo marcha bien, marchará mal. Si pusiste mucho esfuerzo y tenacidad en algo, hay que alejarse por un tiempo. Respirar. Ir hacia adentro y hacia afuera. Sobre todo con un proyecto como éste, que no tiene un final definido, es necesario pausar, pues se vuelve algo muy demandante. Todo descansa, hasta el flujo del agua.
Durante este periodo me dedico a reflexionar sobre los procesos que he llevado a cabo sobre la pared. Intento escribir una ponencia que explique a otras personas mi proyecto. Lo presento en la Castañeda. Me parece que es un caos y pocas personas me entienden.
De la charla posterior extraigo muchísimas preguntas, dudas y problemáticas que no se me habían ocurrido pensar; por ejemplo, sobre la posibilidad de objetualizar al público que me observa, volviéndolo parte de la pieza y, en ese sentido, mercancía. Otras preguntas que ya me había hecho, como quién modifica a quién cuando intervengo el espacio público, se tornan más claras.
Del caos ocasionalmente salen cosas buenas; el fracaso para comunicar mi proyecto me lleva a hacer un video que recopile las imágenes coleccionadas durante el tiempo de trabajo. Gracias a este video muchos compañeros logran comprender mejor mis intenciones.
Me siento más segura como artista al abrir preguntas, que al pretender dar respuestas.

24/06/07

veintidos




24/06/07
Hoy salimos a quitar la pieza. Sea lo que sea, está saturada y ha durado suficiente tiempo sin cambiar. Vamos retirando la basura poco a poco y debajo queda la superficie del mural anterior, que resalta en tonos vivos y mantiene las siluetas de los diversos objetos que cubrían la superficie.

17/06/07

VEINTIUNO


17/06/07

Llueve a cántaros y estoy muy atareada con otras cosas. Sólo he podido salir a registrar por si hay cambios que alguien más le haya hecho a la pared. En realidad no los hay. Me encuentro con algunas vecinas que son de mi confianza y me comentan que quedó muy padre; yo les confieso mis dudas sobre imponer algo tan agresivo al paisaje. Ellas me tranquilizan, dicen que les gusta mucho y que sirve para que la gente se dé cuenta de todo lo que estaba en el suelo; terminan riendo y diciendo que de todas maneras se ve más limpio. Es verdad, no hay más botellas ni basura nueva en el suelo.

10/06/07

VEINTE







10/06/07
Aún cuando la idea es llamar la atención sobre la situación en que vivimos, y hacer un llamado a no dejar las cosas en manos del estado, que es incapaz de solucionar nuestros problemas, el muro debe poder verse. Así como está, no es más que basura sobre basura, e irónicamente resulta imposible ver de qué está hecho.
Preparo pintura con algunos pigmentos que me regalaron hace tiempo. Negro para resaltar las formas sobre el fondo. Cuando termino la pieza me doy cuenta que la hice con mucho enojo; me siento culpable de haber hecho algo visualmente molesto, y dudo si mi papel puede ser el de educar a mis vecinos. ¿No es esto sentirme por encima de los demás? Ensucié el muro, aunque también limpié la calle. No sólo puse basura y mugre en la pared, sino que barrí y recogí el resto de lo que estaba en los alrededores, pues esto también era necesario para crear contraste.
Hay una gran diferencia entre una pieza al interior de una galería y una en la calle. Frecuentemente me he encontrado podando el pasto, la enredadera, barriendo la calle, retirando anuncios del poste, a fin de lograr que la pieza se vea como debe, ya que todos los detalles que hay alrededor la modifican.

tres a la deriva

TRES A LA DERIVA empezó derivando y pronto acabó en PARED LÍQUIDA, un proyecto de INTERVENCION MURAL que se desarrolla desde hace año y medio en SAN BARTOLO AMEYALCO. Físicamente, se localiza en calle COMUNAL-COYOTERA y Av. Desierto de los Leones. EN el Distrito Federal. ••••HAY QUE IR AL FIN PARA VER EL PRINCIPIO (DEL BLOG)••••